El respeto por las creaciones de la naturaleza está escrito en la sangre de los pueblos,
es así que las raíces profundas del movimiento ecológico se hunden en nuestra cosmovisión.

martes, 8 de enero de 2013

EL "POLAR ARGENTINO", UNA EXTINCIÓN DESCONOCIDA...


FUERZA E INSTINTO


Para el desarrollo del perro Polar Argentino se tuvieron en cuenta el "husky siberiano", el "alaskan malamute", el "groenlándes" y el "spitz manchuriano". La consolidación de sus características demandó largos años de trabajo y los perros entraron "en servicio" en 1951, cuando se creó la Base Antártica General San Martín. Por sus características, se los considera entre los mejores perros de trabajo que se vieron en la Antártida: su pelaje y una capa de grasa subcutánea los protegían del medio ambiente, se alimentaban una sola vez al día, con lo cual eran mucho más económicos que los tractores, y tenían una capacidad de tracción que duplicaba la de cualquiera de las razas que le dieron origen.

fuero creados para equipar nuestras bases antárticas y, al ser trasladados al continente, se extinguieron en poco tiempo


Además, no perdían la orientación en los temporales, eran capaces de intuirlos y contaban con una particular percepción para detectar las grietas ocultas que pudieran haber en el camino.

Estas cualidades se potenciaron en Poncho, que fue el más famoso de estos perros. Nacido en 1961 en la Base Esperanza, fue protagonista de muchas hazañas: en una ocasión, gracias a que guió con precisión y por el camino más rápido a un equipo de rescate, salvaron la vida todos los tripulantes de un avión caído.

Poncho, nacido en 1961

Lamentablemente, en 1991, por requerimientos del Tratado Antártico de Protección del Medio Ambiente, los perros polares argentinos debieron ser retirados de allí: el Comité Científico de Investigación Antártica dijo que podían transmitir moquillo a las focas (pese a que nunca hubo caso entre ellos) y que depredaban las pingüineras. Tres años más tarde, los casi sesenta perros de las dos bases fueron trasladados a Ushuaia (Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur) y la cordillera mendocina. Pero luego de haber vivido aislado por generaciones, la mayoría fue rápidamente víctima de distintas patologías y los sobrevivientes, al ser dispersados, se cruzaron con otros tipos de perro hasta que sus características se diluyeron.

Fuente: Revista Muy Interesante - De fiera a mascota: 31 mil años de evolución, el mejor amigo - Año 26 - Número 314 - Diciembre 2011 - Editorial Televisa Argentina S.A.


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